Instinto, espontaneidad, mucha música y más espíritu punk. ‘Too fast too live too young to die’ rezaba en la puerta del 430 de King’s Road en el barrio londinense de Chelsea en 1974, era la tienda desde la que Vivienne Westwood y Malcom McLaren empezaron a definir, como demostraron que era posible, una imagen anárquica que todavía hoy tiene precisamente las cualidades citadas al principio. Ese mismo espacio también se llamó ‘Seditionaries’ ‘Let it rock’, ‘Sex’ y ‘World’s End’, porque, como las personas, todo cambia.
Pero eso fue en Londres, y hace mucho tiempo, lo que no significa que el motor que arrancó todo un movimiento en términos de estética continúe en marcha allí, en Tokio, en Nueva York y, por supuesto, en Madrid, concretamente en el 24 de la calle del Limón, entre los barrios de Malasaña y Argüelles, epicentro ambos de mucha historia y movidas de capital, y donde no podía sino estar Mini, la tienda desde la que Oscar Gala y su hijo Carlos transforman en tendencia masculina sus pasiones actuales, infantiles y adolescentes. “Imagínate, un punk de 46 años – como se define Gala – con la energía de un chaval de 26 años – en referencia a su hijo -. Ahí creo que está nuestro secreto ahora”.
Mini lleva muchos años ya trabajando una selección de marcas de ropa de hombre inusual para un Madrid que, contrario a lo que por su extensión merecería, no es muy dado a espacios de estas características, donde moda, arte y música se fusionan y evolucionan al unísono. Las cosas que ocurren en Mini, dice Gala, “suelen ser poco preparadas” y, además, “siempre van cambiando ligeramente porque nosotros siempre vamos cambiando, seguramente es el paso del tiempo”, un hecho que afirma le ha servido para darse cuenta de que Mini es, “en cierta medida, el vehículo de mis pasiones. Cuanto más me apasiona algo más rápido funciona en Mini”.
De todo esto, el mejor ejemplo, las marcas y diseñadores que cada temporada llenan su recientemente renovado espacio: Raf Simon, Gosha Rubchinskiy, Comme des Garçons, Hood by Air, Maison Kitsuné, entre otras. “Son muchas cosas y muy pocas” las que buscan en un creador para que acceda a su selección, explica Gala sobre la forma en la que eligen lo que venden. “Sobre todo es una cuestión de espíritu. Siempre nos atrae de las marcas o diseñadores un poco su espíritu underground. Puede ser muy popular o sencillo pero siempre debe haber una historia y una subcultura detrás”.
Y como en toda cultura o ‘subcultura’ que se precie de serlo, en Mini hay un fuerte trasfondo musical, no sólo por lo que se escucha en el propio espacio, sino por la palpable influencia que ejerce en Oscar Gala. “Entiendo la música como la inspiración de la moda, mis marcas favoritas y diseñadores favoritos son los que siento que más inspiración por la música tienen. Para mi Comme des Garçons es puro punk, Stussy puro reggae, Maison Kitsuné son su mismo estilo musical”. “Toda subcultura con la que he crecido siempre fluye en Mini”, insiste Gala.
Esta temporada Mini además ha vivido un cambio de imagen. Una reforma de su espacio realizada a modo de ‘work in progress’ pero de los que terminan que no ha paralizado su actividad. Se trata, dice Gala, “de un afianzamiento en una idea o forma de vida”. “Realmente – explica- el negocio es una cosa diferente al local. El negocio está dentro de nosotros pero ahora, con la reforma, todo cuadra: el envoltorio es adecuado al negocio y, por tanto, a nosotros en este preciso momento. Siempre hemos estado muy orgullosos del negocio pero ahora también lo estamos del local”.
Los próximos días 20 y 21 de noviembre, Mini trasladará su concepto al “Cielo del Hotel Urban” ubicado en la sexta planta del establecimiento hotelero, que acogerá una tienda efímera, una ‘guerrilla store’, ese término de marketing popularizado más por Comme des Garçons que por el propio mercado, en la que pondrá a la venta un selección de piezas de marcas como la japonesa ya citada, Maison Margiela, Acne Studios, Kenzo, Our Legacy, Engineered Garments o Gitman Vintage de otras temporadas, con precios especiales para este evento.
Una acción enmarcada en las actividades que Derby Hotels, a través de su establecimiento más emblemático en la capital, el Hotel Urban, desarrolla para conectar su trabajo de hotelería con la escena cultural y que en esta ocasión se celebrará tocando el cielo de Madrid, precisamente el que se puede disfrutar desde su terraza acristalada. Se trata, según Gala, de una combinación puntual “perfecta” para la clientela del Hotel Urban a la que Mini espera aportar el “espíritu underground” como complemento a su estancia. A saber, una suite, una copa, buena música y estupendas compras. Una puesta en valor de la atemporalidad de la moda hecha “con estilo”, concluye Gala.
pepe garcia director de comunicación derbyhotels.com +34 690 649 479