Un plan distinto para disfrutar tanto de la gastronomía como, en muchos casos, de las joyas arquitectónicas es visitar los Mercados de Barcelona. La ciudad tiene una extensa red de mercados cuyos edificios son el reflejo de la historia de la ciudad y cuyos servicios van innovando de acuerdo a las necesidades actuales.
La Boquería (Foto vía Barcelona Turisme)
El más conocido, sin duda, es el Mercado de la Boquería, el primero de los mercados municipales y ubicado en Las Ramblas. Este espacio, cuyo edificio es un claro ejemplo del estilo modernista, es un lugar lleno de vida e historia, en el que no sólo se venden productos alimentarios, sino que disfrutas de una experiencia completa gastronómica que te envuelve en los olores y sabores de todo el mundo, con paradas llenas de encanto. Un lugar frecuentado por chefs reconocidos de Barcelona, como por ejemplo el chef del restaurante El Regulador en el Hotel Bagués, para seleccionar los productos que preparan en las cocinas.
Mercado de Sant Antoni, cuya arquitectura conserva el encanto de sus orígenes del siglo XIX, es uno de los más grandes de Barcelona. Un mercado muy frecuentado por los barceloneses por la compra de productos alimentarios así como intercambio de piezas de colección. La galería que rodea el recinto entre semana abarca paradas de ropa y artículos y, en su interior, se pueden encontrar la zona dedicada a la verdura, fruta, pescado y carne.
Mercado de Santa Caterina (Foto vía Barcelona Turisme)
El Mercado de la Concepció – o más conocido como el mercado de las flores- es otro de los mercados más importantes de la ciudad y una parada obligada en esta ruta de mercados. Su belleza reside tanto en el edificio del s.XIX como en el color que aportan las plantas y flores; todo un reclamo para autóctonos, turistas y viandantes.
Un gran tejado de cerámica multicolor con forma de olas sobres una estructura de madera cubre por completo el Mercado alimenticio de Santa Caterina, recientemente remodelado. Este singular edificio no deja de sorprender en su interior, con los tesoros de las paradas que aloja.