Hablamos con la periodista Marta Fernández Guadaño que acaba de llegar de sus vacaciones londinenses, sobre sus últimos descubrimientos de la capital inglesa.
Marta Fernández Guadaño acaba de escribir, hace unos meses, “Reinventores” (Conecta/2012). El primer libro de “management” gastronómico que ofrece un análisis gastroeconómico sobre el proceso de transformación de la cocina española. Marta empezó su camino estudiando Ciencias Empresariales, pero su vida profesional ha estado siempre dedicada al periodismo económico, medioambiental y, en los últimos años, gastronómico. Desde el 1 de abril de 2011, trabaja como periodista freelance especializada en gastronomía en varios medios y se dedica a lo que más le gusta: escribir. El 30 de julio de 2011, lanzó el portal Gastroeconomy.
No es la primera vez que visita Londres. El motivo de su último viaje.
Unos amigos iban a estar allí unos días de vacaciones en agosto y me comentaron si me apetecía unirme algún día porque uno de sus objetivos era ver varios restaurantes. Así que decidí unirme y planteamos una agenda de visitas a varios sitios, como The Fat Duck (en Bray, a menos de una hora de Londres), Viajante, Lima London o Pollen Street Social. Es la quinta vez que visito Londres.
The Fat Duck, una experiencia gastronómica increíble
The Fat Duck ha sido la cita gastronómica más importante del viaje a Londres. Una experiencia increíble, creo que sólo equiparable a elBulli. Sorpresa, creatividad, magia, súper productos, diversión y un servicio de sala espectacular muy cercano al cliente y muy interactivo con el comensal. Se aprenden un montón de cosas sentado allí comiendo durante casi seis horas. Es un lujo visitar el restaurante de Heston Blumethal, que llegó a ser un año número uno del mundo, por delante de elBulli, pero es un lujo que merece mucho la pena.
Lo mejor de la gastronomía inglesa
Creo que hay que distinguir entre cocina británica y oferta en Reino Unido, sobre todo, en Londres. Por una parte, la gastronomía británica más tradicional se puede conocer en muchos pubs o en espacios más contemporáneos como Diner by Heston Blumenthal (Hotel Mandarin Oriental). Por otra parte, Londres plantea una oferta gastronómica amplísima, plural y muy divertida. Nunca se dejan de descubrir locales nuevos; es una ciudad muy interesante desde el punto de vista gastronómico en la que se pueden encontrar todo tipo de fórmulas de negocio con diferentes formatos de cocina y también reediciones modernas de la cocina británica. Por eso, lo mejor de todo es la pluralidad y eclecticismo de Londres.
Pistas sobre Londres
Creo que hay que visitar Pollen Street Social por ser una propuesta moderna y a precios muy competitivos; hacer una ruta por Soho para descubrir tendencias; tomar un Afternoon Tea en alguno de los espacios de Fortnum & Mason; visitar algún Food Hall de grandes almacenes para ver la tendencia al consumo de productos orgánicos y, por supuesto, una visita al interesantísimo Borough Market, un mercado cien por cien gastronómico.
De moda en Londres
Creo que la tendencia son locales ‘casual’ (mesas sin mantel, por ejemplo), con ofertas más o menos asequibles por menos de unos 40-50 libras, en muchos casos con barra en la que se puede comer, horario continuado (‘non stop’), en ocasiones sin opción de reserva previa y la combinación de una carta (a veces, cambiante casi a diario) con menús con platos inspirados en la alta cocina pero a buenos precios.
Y, desde luego, está de moda la cocina española: hay muchos locales de tapas creados por españoles y están llenos y tengo claro que hay oportunidades de negocio para que algunos cocineros españoles abran allí espacios más o menos informales, como segunda marca de sus casas madres en España y con la tapa u otros formatos como eje de la oferta.
Estuve buscando hoteles en Londres; quería algo especial, no muy grande, céntrico y a un precio razonable. Después de buscar mucho, recordé que Derby tenía un hotel allí y fue una buena elección. Tiene una situación perfecta para moverte por el centro de la ciudad, es bonito, muy acogedor y el servicio es muy amable (en gran parte, además, habla español). Estuve muy a gusto.
Siempre hay que volver a Londres porque siempre quedan muchas cosas por ver y descubrir. Marta Fernández Guadaño