Bendita Gloria es un estudio de diseño gráfico formado por Alba Rosell y Santi Fuster. Empezaron su particular aventura hace ya cinco años cuando decidieron abrir su propio espacio, en el que aportan su especial visión en proyectos editoriales, de identidad corporativa, de packaging… aunque ellos mismos confiesan que no creen en las etiquetas. Su pasión es el material gráfico impreso y defienden un acercamiento a los proyectos de diseño desde el concepto.
Desde DHC ponemos en relieve a artistas emergentes y, en este caso, hemos tenido la oportunidad de charlar un rato con ellos y en el que se han dejado conocer ¡y mucho!
Alba y Santi se conocieron durante el último año de universidad, de hecho, ¡antes ni siquiera se habían hablado! Un poco raro, como un flechazo de relojería.
Cuando les preguntamos por el original nombre de su estudio argumentan que lo eligieron por tres razones, la primera por contraste con nombres de otros estudios que suelen ser o muy fonéticos o muy autoreferenciales. La segunda para incorporar una expresión de la cultura popular, muy presente en su trabajo. Y, por último, por el aspecto redentor: compensa nuestro ateísmo. Añaden que, sin embargo Google tiene otra explicación
Nos interesaba saber quién era quién en este dúo tan particular y su respuesta fue de lo más original: para ellos, todos los personajes en su rareza, resultan altamente empáticos. Charles, por ejemplo, pelazo rubio, ojos color marrón común. Sin duda, una respuesta que ejemplifica su espíritu; un gran sentido del humor buscando siempre sorprender y romper esquemas.
Esperan que sus proyectos sean bonitos pero que, además, como los hijos, esperamos que salgan listos.
Prefieren la calidad ante la cantidad, les parece más perenne y nos confiesan que no acaban de comulgar con las agencias porque probablemente hablan idiomas distintos aunque admiten que les encantaría encontrar a alguien con quien empezar a explorar nuevos territorios.
Respecto a los sueños, son categóricos; consideran que son como los deseos y no se atreven a pronunciarlos por miedo a que no se cumplan. Sin embargo, sus brillantes mentes están repletas de ellos y esperan que algún día se hagan realidad.
Cuando les preguntamos de quién les apetecería un bonito encargo, nos respondieron que si el encargo es interesante nos da totalmente igual. Añadieron que suele ir de la mano, proyecto interesante, persona interesante.
Para finalizar, nos definen su estilo en diez palabras: Traficamos con significados cuatro cinco seis siete ocho nueve diez.
Unos genios del diseño gráfico que flirtearon con nosotros cuando les preguntamos dónde vivirían, ¡en uno de nuestros hoteles! ¡Seguro que no se irían! Artistas dignos de conocer con quien fue un placer compartir una agradable conversación.