Barcelona es un destino mundialmente conocido debido a su impresionante y a menudo extravagante arte, su galardonada gastronomía, sus restaurantes de primer nivel y, por supuesto, su vino. Sin embargo, el crisol de culturas de la capital catalana es mucho más de lo que parece y la ciudad se ha convertido en un codiciado destino invernal.
El Parque Guell, la Sagrada Familia y las Ramblas a un ritmo más lento
Barcelona es una de las ciudades más visitadas del mundo por alguna razón, y entre estas destaca su magnífica arquitectura, la oferta local de arte mundialmente famoso, la innegable huella de Gaudí en la ciudad y sus interesantes museos, que dejan atónitos incluso a los visitantes más exigentes y a los que más mundo han recorrido. Los meses de invierno en la ciudad ofrecen una perspectiva diferente a la que hace que Barcelona se mueva y permite a los visitantes disfrutar de sus calles con menos multitudes, más espacio y temperaturas más bajas.
Caliéntate con los deliciosos manjares invernales
Una de las mejores cosas a la hora de visitar la ciudad de Barcelona durante el invierno es la posibilidad de disfrutar de la mejor gastronomía catalana con la que calentarse en los días de invierno. Además, si visitáis la ciudad en diciembre, os podréis deleitar con las tradiciones catalanas y españolas propias de estas fechas. Entre estos encontramos los calçots, una deliciosa variedad de verdura local que se sirve con una salsa, o la xocolata amb xurros o chocolate con churros, un bocado crujiente y delicioso que es un clásico con el que disfrutar de la gente desde la comodidad de una cafetería, en una de las calles de moda de Barcelona. Si sois unos aficionados a la buena mesa, tampoco os sentiréis defraudados, ya que encontraréis establecimientos con estrellas Michelin, locales de tapas de moda y delicias vegetarianas.
Fira de Santa Llúcia y otros mercadillos de invierno
La feria de Santa Llúcia se celebra durante todo el mes de diciembre y, en ella, los visitantes pueden disfrutar de una variada gama de exposiciones, ofertas culturales y un animado mercado. Los barceloneses y los visitantes acuden a la feria para encontrar regalos especiales de invierno y Navidad que no están disponibles en otras épocas del año y para disfrutar de un ambiente mágico que muchos no tienen la oportunidad de experimentar. Si no tenéis la ocasión de visitar esta feria, Barcelona ofrece otros mercadillos de invierno muy interesantes que podéis recorrer. Si venís a Barcelona específicamente para una escapada navideña, descubriréis que la ciudad ofrece un increíble Tour de Navidad que está disponible en inglés, español o catalán por unos 15 euros. El recorrido os llevará por el Paseo de Gracia y otras zonas impresionantes con las que disfrutar de las maravillosas luces de navidad.
Explorar más allá
Los meses de invierno también ofrecen la oportunidad de explorar otras ciudades y pueblos impresionantes de Cataluña de una forma distinta a si solo los has visitado durante el verano. Si estáis de visita en marzo, cuando las temperaturas empiezan a subir, es muy recomendable visitar Sitges, una ciudad famosa por su Carnaval, que es todo un torbellino de sensaciones. Esta impresionante localidad se encuentra a unos 45 minutos del centro de Barcelona si vais en tren, y es famosa por la diversidad de su población, en medio de un auténtico pueblo mediterráneo muy tradicional. El Carnaval es hedonista y emocionante, una excelente excursión fuera de la ciudad de Barcelona antes de volver a disfrutar de todas las otras muchas cosas que ofrece la ciudad.